La herencia del Virreinato abarca desde la forma de gobierno, la economía, la lengua y la religión. La Nueva España unifico el territorio de lo que ahora es México, y esa unidad es parte de la herencia que el Virreinato nos dejó.
LA ARQUITECTURA Y LA LENGUA.
En algunas ciudades se conservan cuadras enteras de edificios construidos durante el Virreinato, y en el campo podemos ver todavía algunas haciendas de esa época. Estas construcciones no son indígenas ni españolas, son novohispanas. Su construcción fue dirigida por criollos o por españoles, según los estilos que estaban de moda en España. Pero adquirieron un aspecto propio por los materiales con que se construyeron y, sobre todo, porque manos indígenas labraron sus piedras.
En los nombres de los pueblos de indígenas fundados por los religiosos se da también esta mezcla: San Juan Teotihuacán, Santiago Papasquiaro, Santa María Nduayaco, con sus dobles nombres, en español y en distintas lenguas nativas, según la región.
Durante el Virreinato se imprimieron varios libros sobre las lenguas indígenas, que todavía se usa para conocerlas como este vocabulario (escrito) en lengua castellana y náhuatl escrito por Fray Alonso De Molina.
Nuestro español es diferente al de otros países. Tomo muchas palabras de las lenguas de América. Sobre todo el náhuatl, como chocolate, guajolote, jitomate, chile, popote y metate. Otras palabras que usamos todos los días vienen de las lenguas de las Antillas y llegaron con los españoles, como maíz, mamey, maguey, barbacoa, canoa, cacique y hamaca.
LA RELIGIÓN Y LA CULTURA
Los sacerdotes españoles, y después los novohispanos se opusieron a las religiones indígenas y difundieron el catolicismo, hoy la mayoría de los mexicanos son católicos, y esta religión es parte de nuestra herencia virreinal
En la ciudad de México se establecieron la primera imprenta en 1539 y una de las tres primeras universidades de América en 1553; las de Santo Domingo y Lima son las otras dos.
La poetisa Sor Juana Inés de la Cruz es autora de poemas, obras de teatro y prosa que todavía seguimos leyendo. Carlos de Sigüenza y Góngora fue un tenaz estudioso del pasado prehispánico y un avanzado científico.
Durante el siglo XVIII hubo un interés creciente por la ciencia. La medicina, la física, la botánica, la zoología, la geografía, la química, las matemáticas y la astronomía tuvieron destacados representantes novohispanos. En ese tiempo comenzaron a circular publicaciones periódicas, como la Gaceta de México, el Mercurio Volante, que fue la primera revista médica de América, la gaceta de literatura y el diario de México.
INSTITUCIONES POLÍTICAS
El gobierno de Virreinato se concentró en la ciudad de México. Allí está el Palacio Nacional, que es el antiguo Palacio Virreinal.
El sistema de cabildos y ayuntamientos, que se mantiene en nuestros días, fue traído a la Nueva España por los conquistadores. A finales del siglo XVIII, La Nueva España fue dividida en intendencias, que fueron la base de nuestra actual división política en estados.
SOCIEDAD Y TRADICIONES
Durante el Virreinato se formó una nueva sociedad en la que convivieron indígenas, españoles, africanos y las castas, de las cuales la más importante fue la de los mestizos.
Gran parte de la comida mexicana viene del Virreinato. En esa época, se combinaron guisados nativos con ingredientes europeos. A la vez, los ingredientes nativos transformaron la cocina europea.
Para evangelizar a los indígenas, los sacerdotes utilizaron el teatro, entre otros recursos. Dos temas del teatro misionero siguen representándose: la Pasión de Cristo, durante la Semana Santa, y el nacimiento de Cristo, en las pastorelas, en la navidad.
Otra herencia del Virreinato son las imágenes religiosas, de las más importantes encontramos a la Virgen de Guadalupe y la Virgen de Zapopan. Las festividades religiosas son otra gran herencia del Virreinato, como lo es la Semana Santa, el festejo del 2 de noviembre día de muertos, etc.
La música española, la indígena y la africana fueron la base a partir de la cual comenzó a formarse la música mexicana.
Como herencia netamente española están las peleas de gallos y las corridas de toros.